Entrevista a David González y  Alejandro Gómez, autores de la EXPOSICION «ESPERANZA»

El periodista David González y el reportero gráfico Alejandro Gómez son los autores de la exposición “Esperanza” que estos días se puede ver en Arroyo de San Serván y que, con imagen y texto, acerca la realidad y el día a día de Civipaz, una de las Comunidades de Paz de Colombia, a la población de esta localidad extremeña.

Interesados en dar voz a los habitantes de las zonas más aisladas de Colombia, David González y Alejandro Gómez son los responsables del proyecto Relatos Vivos, a través del que visibilizan las historias de vida de personas olvidadas por instituciones y opinión pública, y que siguen siendo vulnerables a las inestabilidades que, a pesar del proceso de paz, aún se manifiestan en el país. Un proyecto que busca activar la empatía entre los pueblos para conseguir un verdadero cambio social.

Cuentan su motivación, objetivos, y procesos de trabajo en la siguiente entrevista:   

•       ¿Qué les impulsó a hacer esta exposición?

Visibilizar las historias y los retratos de la comunidad de Civipaz. Entendemos que más allá del trabajo que se realizó y de las publicaciones era continuar con la difusión de las historias y lograr alguna respuesta de solidaridad desde los países que pueden ayudar a fortalecer los procesos de estas comunidades.

•       ¿Qué cambio o propósito les gustaría conseguir con la misma?

El principal propósito, además de que sea visto nuestro trabajo, es lograr que haya una respuesta por parte de la sociedad que tiene mejores condiciones socioeconómicas apoyando algún tipo de proyectos como el de Civipaz, que fortalezcan el trabajo que desarrollan estas comunidades de paz.

•       ¿Cómo creen que son acogidas las historias de Mariela, Luz Dary, Reinaldo o Deisy en un contexto tan diferentes como el de Arroyo de San Serván, en Extremadura, España? ¿Creen que servirán para crear vínculos y acercar realidades?

Consideramos que la exposición son historias sencillas, historias que salen del  corazón de las personas, historias que van conectadas a cualquier ser humano, más allá de la condición y el contexto político y social. No se necesita entender cómo fue la guerra en Colombia y quiénes son los actores, para lograr una empatía con estas personas. Porque están narradas en primera persona, porque nos hablan de miedos, nos hablan de sueños, del amor, de la muerte, y esos son sentimientos que cualquier persona puede sentir.

•       ¿Cuál es el poder de la comunicación y de la imagen en procesos de desarrollo y sensibilización? ¿Cómo creen que pueden beneficiar a casos como el de las Comunidades de Paz colombianas, y en concreto a CIVIPAZ?

Es el lenguaje es el que nos hace humanos al podernos conectar a todos como comunidad, como colectivo, y es precisamente ese lenguaje, mediante la comunicación lo que nos lleva a desarrollar objetivos en común. Uno de esos  objetivos es sensibilizarnos y sentirnos parte de un todo, y cuando logramos sensibilizarnos y sentir que lo nos afecta, somos parte de ese mismo todo, nos hace querer solidarizarnos y querer colaborar mediante proyectos de desarrollo que permita a los menos favorecidos por distintas razones sociales o políticas que  tengan las herramientas para salir de su problemática.

Se pueden beneficiar, como lo decimos, mediante la sensibilización a personas que puedan aportar estos proyectos y fortalecer estas hermandades, y la comunicación es capaz de eso, de trascender y enlazar comunidades distantes.

•       ¿Cómo es, según su opinión, la situación actual y el futuro de las comunidades de paz en Colombia con la actual situación?

La actual situación no es tan optimista, aunque los acuerdos de paz de la Habana son un hecho que aplaudimos, el cese al fuego por parte del ELN también es loable,  pero la implementación de los acuerdos ha estado caracterizada por muchas trabas y obstáculos. Más de 100 defensores de derechos humanos han sido asesinados en el país desde la firma del acuerdo. Básicamente porque no se han desmontado los grupos paramilitares, también por la falta de presencia del estado que les da libertad a los grupos al margen de la ley a hacer de las suyas. La suma de todo esto significa un alto riesgo para las comunidades de paz, pese a que no se compare con la situación de los años 90s.

•       ¿Cómo fue el trabajo de documentación e investigación con los habitantes de la comunidad, para la realización de esta exposición?

Fue un trabajo primero de acercamiento a través de uno de los líderes. Pasamos un par de días allá hablando con cada uno de ellos, dedicándoles tiempo, construyendo lazos de confianza para que la entrevista fluyera de la mejor manera, puesto que los temas a tratar eran álgidos y reabrir sus heridas requería de mucho tacto y respeto. Ellos, por su parte, entendieron que era una oportunidad de contar y no ser olvidados. Fue un trabajo primero de preproducción, escogiendo la zona desde donde queríamos enfocar el trabajo de relatos vivos. Un trabajo que cierra con  algunos datos estadísticos y periodísticos que nos aportaran a la investigación.

•       ¿Pueden contar algo más sobre el proyecto Relatos Vivos?

La meta inicial  de 50 retratos se cumplió, ahora queremos comenzar con más relatos en zonas apartadas del país, lograr el apoyo para publicarlo en un impreso, para que quede un documento de memoria, algo tangible y que las personas puedan compartirlo de mano a mano. Dar a entender hacia afuera de Colombia que muchas comunidades siguen siendo muy vulnerables pese al discurso de la paz y el  acuerdo. Además tener en cuenta que los territorios más alejados son los más abandonados por el estado y son a quién relatos vivos apunta.

 LA EXPOSICIÓN

David González: periodista de la Universidad Javeriana con maestría en Ciencias Políticas de la Universidad de los Andes, estudios de Derechos Humanos, ha cubierto los conflictos de Colombia y medio oriente, actualmente vinculado a France 24.

Alejandro Gómez Niño: comunicador social y periodista de la Universidad Minuto de Dios, donde conoce a David como docente. Con una carrera enfocada a la  reportería gráfica y la fotografía documental, ha trabajado en medios como El espectador, revista cromos y revista Shock, actualmente vinculado como fotógrafo en la universidad de los Andes.