Un mar de voces infantiles sumergió el Centro Vicente Cañas-FSU el pasado 15 de abril. Arrasó con la rutinaria vida de la zona sur de la cuidad de Cochabamba para festejar con la marea, el día por los derechos de los niños y de las niñas.
Nunca fue tan cierta la frase escrita en el frontón del centro: “Que los últimos sean los primeros”. Organizado por el programa de educación infantil, el acto coincidió con el aniversario del Centro y la inauguración de la nueva infraestructura educativa.
El Centro Vicente Cañas-FSU tiene como tarea principal el fortalecimiento de las capacidades de personas y organizaciones sociales del sur de la ciudad de Cochabamba. Entre promoción e incidencia social, el Centro tiene diferentes programas: Promoción Social, Integración, Migración, Apoyo a Organizaciones Sociales, Infancia y Juventud; mismos que cuentan con el apoyo del Comité Oscar Romero de Burgos, Fundación Catalana del Esplai, Asociación de Apadrinamiento Social Bolivia, Misión y Desarrollo, Liliane Fonds, MUSOL, CeVI, SEDEGES Cochabamba y otros.
La totalidad del personal del centro y que más de 50 voluntarios, hicieron posible el festejo, reuniendo a 140 niños y niñas del Centro Día Valle Hermoso, Monte Rancho y del programa de niños y niñas con capacidades diferentes. Feria de juegos, teatro, dinámicas, y talleres se realizaron a lo largo del día, dando a conocer los diferentes derechos definidos por la asamblea de las naciones unidas (Declaración de los derechos de los niños del 20/11/1959)
Para poder trabajar cada uno de los 10 derechos, la fiesta se organizó a partir de un hilo pedagógico novedoso, con la creación del personaje Marco Malo, hombre polifacético que no pudo disfrutar de su niñez y se volvió amargo y solitario. Decide hacer todo lo posible para que los niños abandonen el centro: roba las llaves del centro, ensucia las aulas, escribe en las paredes, desordena las mesas, etc.
Para que vuelva la tranquilidad en el centro, los niños tienen que ayudarlo a reencontrar su niñez, conquistando cada uno de los 10 derechos (que Marco nunca tuvo) y mandándole el producto final de la conquista, un mural con los dibujos de los participantes ilustrando el día.
“La feria de los derechos de los niños y de las niñas” contó con 10 juegos, trabajando cada uno de los 10 derechos: “el sombrero de la igualdad”, “el camino de la solidaridad” (derecho a la igualdad y cuidados) , “ayuda en ritmo” (derecho a la ayuda), “el Doctor Risa” (derecho a la atención médica), “el juego de las pelotas y valores” (derecho a la educación), o la “galería de arte amor y comprensión” (derecho al amor y protección de los padres y del estado), fueron algunos de los juegos administrados por los diferentes programas del Centro.
En cada juego, los niños se llevaron un sello, símbolo del derecho, y marcado en una tarjeta identificadora (derecho a un nombre y una nacionalidad). “la idea es que este día sea un regalo en sí mismo” nos explicó Grover, trabajador del Centro.
Antes y después de la feria los jóvenes del centro (grupo CSIMIENTO) montaron dos obras de teatros alrededor de los temas de higiene y salud, y proyectaron un documental humorístico sobre las malas acciones de Marco Malo.
El día no podía ser completo sin los desayunos, almuerzos y refrigerios preparados por las cocineras del Centro.
Un día prolífico para todos los niños y niñas del barrio quienes, desde las 11h de la mañana hasta las 17h disfrutaron de los diferentes espacios previstos para que “conozcan y disfruten de sus derechos desde el juego” (Rubén, responsable del programa de educación infantil)
Gracias a la participación entusiasta de los niños y niñas, la buena organización, y la dedicación de los voluntarios y de los trabajadores del Centro Vicente Cañas y Centro Médico Andrés Pedrón, la fiesta nos acercó un poco más al reconocimiento real de los derechos de los niños y niñas por parte de la sociedad. Con las risas y el juego los niños ensayan cada día una sociedad más justa. Solo necesitan que les abramos espacios.
Si “la democracia de mañana se prepara con la democracia en la escuela” (Celestin Freinet), el viernes pasado la tierra cochabambina se regó de esperanza.
(*) El autor es Pedagogo, Antropólogo y Voluntario Internacional de la Liga Iberoamericana