Cooperación Descentralizada
La Cooperación Descentralizada es esa que se desarrolla desde lo local, desde nuestros pueblos, ciudades y regiones, construyendo puentes de luchas globales hacia otros lugares del globo.
Es esa Cooperación que se construyó con las Acampadas 0´7% de los años 90 en España, y que tanto reclamó la sociedad a los Gobiernos Autonómicos, porque la Solidaridad a nivel global es la clave para el Bien Común, para un Desarrollo Humano que pone en el centro a las Personas de cualquier parte del mundo. Como fruto de todo ello, se aprobaron 17 Leyes Autonómicas de Cooperación, y todos los Estatutos de Autonomía reconocen actualmente la competencia en esta materia, construyendo así un modelo propio y característico de la Cooperación Española., como el Art. 72 del Estatuto de Extremadura
La Cooperación Descentralizada es interdependencia, es esa relación que existe entre lo que hacemos en nuestra vida cotidiana, en nuestros barrios y nuestras casas, y lo que pasa a nivel mundial. Son esas “cosas chiquitas” de las que hablaba E. Galeano, “la única manera de probar que la realidad es transformable”. Las aportaciones de los Ayuntamientos y Comunidades Autónomas a la Cooperación Española han sido muy destacadas, tanto desde el punto de vista económico como de propuesta, pudiendo aportar la visión de la sociedad civil a una política de estado.
Es esa Política de Cooperación en la que podemos participar e incidir, pues es la más cercana a la ciudadanía, es la que se aprueba en los Plenos de nuestros Municipios, en nuestros Parlamentos Regionales, es esa que se debate en los Consejos Asesores de nuestros Gobiernos Autonómicos y en los que también debe participar y participa la Sociedad Civil.
¿Y cuál es el valor añadido de la Cooperación Internacional Descentralizada si las Comunidades Autónomas y los gobiernos locales no tienen competencia en política exterior?
– Posibilidad de una mayor participación social en la gestión de esta política.
– Mayor conocimiento de la gestión de los servicios sociales básicos y la defensa de los derechos humanos.
– Educación para el Desarrollo como línea estratégica fundamental para promover conciencia crítica hacia una transformación social.
– Facilidad para promover espacios de participación ciudadana y espacios de diálogo que repercutan en una democracia más participativa.
– Posibilidad de reflexionar sobre la importancia de la Coherencia de Políticas como vía hacia un modelo de desarrollo que ponga en el centro a las personas.