El 26 de noviembre empezará en Doha (Qatar) la 18ª conferencia de la partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Ya que a final de 2012 acaba el período de reducción obligatoria de las emisiones de gases de efecto invernadero establecido por el Protocolo de Kyoto, la cumbre es fundamental para comprometer a la comunidad internacional a que continúen los esfuerzos para reducir las emisiones y mitigar el cambio climático.
Los países están en desacuerdo en muchos puntos fundamentales pero hay también noticias positivas. La última es la adhesión de Australia a una segunda fase del Protocolo de Kyoto sobre la reducción de emisiones contaminantes. Infelizmente, Australia es el primer país desarrollado fuera de la Unión Europea en suscribir este compromiso. Es decir, los grandes países contaminantes no han firmado todavía este acuerdo, poniendo en riesgo la efectividad de la ampliación del Protocolo de Kyoto.
Queda también una gran incógnita, la posición de los Estados Unidos en Doha. El Huracán Sandy ha recordado a todos los estadounidenses su vulnerabilidad ante los efectos del cambio climático, dando visibilidad a un tema poco tratado durante la campaña electoral. ¿Obama convertirá la trágica lección de esta tragedia en un mayor compromiso en la lucha internacional contra el calentamiento global?